Christopher Balestero es un jefe de familiar comprometido, amoroso y responsable, por mera casualidad del destino, es confundido con un famoso ladrón de los alrededores de la ciudad. Desde el inicio de la película, Hitchcock nos muestra la religiosidad del personaje, cuya vida depende del azar del destino y la interferencia de Dios en ella.
La noción de libertad que se nos proporciona el autor es la de una libertad sujeta a las vueltas del destino, el azar. El único defecto que tiene el protagonista es el de apostar. Este apostador no pierde todo su dinero en una carrera de caballos, invierte solo aquello que “le sobra” en su bolsillo. Este pecado menor es lo que lo atará al final a la culpabilidad que le ameritan.
A pesar de las necesidades económicas que tiene su familia, Manny se mantiene como un personaje íntegro y virtuoso, su estado financiero lo coloca como el hombre ideal para cometer un crimen por desesperación. Su vida de apostador lo ata al azar, la libertad se convierte en un bien necesario por conveniencia de su familia y en última instancia, la propia.
La libertad es tan frágil como una mota del algodón, cualquier cosa puede dañarla o hacerla desaparecer, en el caso de Manny, el azar lo ha puesto en camino equivocado donde solamente Dios puede interceder por él, por ello, su madre le pide que rece con más fervor para que todo el mal entendido se esclarezca, no es hasta entonces cuando se ejecuta el verdadero milagro que tanto se esperaba.
El lenguaje cinematográfico que se maneja en esta película es isocrónico. Algunos de los eventos que se muestran en las escenas toman el mismo tiempo que se llevaría en la vida real; un ejemplo del manejo de este tiempo “real” es en la escena en donde se lleva a cabo el interrogatorio a Manny, sobre todo cuando escribe la nota que le piden los detectives; el escribir esta nota le toma el mismo tiempo que le tomaría a cualquier persona escribirla en la vida real.
A pesar de que esta película es un drama, Hitchcock sigue desarrollando los mismos tópicos que lo han distinguido en la vida del cine. El tema del falso culpable se maneja con audacia; la tensión dramática de la película recae en el hecho de que conocemos solamente lo que el protagonista sabe, los datos extras que logran explicar la tragedia familiar, son reservados para el desenlace de la historia, donde son utilizados como una especie de respuesta a las plegarias de Manny y su familia; el atrapar por mera casualidad al verdadero culpable redime a Christopher de su desgracia, pero no le devuelve la salud mental del su esposa.
El enloquecimiento de Rose es una estrategia que emplea el autor para divulgar su hipótesis de una forma más explicita. El tema que el individuo vive rodeado de un mundo peligroso que lo acecha, es retomado nuevamente en esta película. Rose está convencida de que existe algo (o alguien) que conspira en contra de ellos; lo ominoso que atenta contra su familia la hace considerar encerrarse en la casa para poder protegerlos. Finalmente, es tanta la tensión que sufre que opta por encerrarse en su propia mente y evidenciar la peligrosidad del mundo por medio de sus palabras.
El loco nunca miente, Rose primero duda, luego desconfía hasta llegar a enloquecer. Si la fe es la que redime a Manny de su sino desventurado, Dios no podía efectuar un segundo milagro en Rose; solo el tiempo podría encargarse de cerrar las hondas heridas que dejó en su alma la incriminación de un hombre equivocado.
Este "documento", aunque parte de un hecho, sirve a Hitchcock para exponer sus tesis sobre la culpa original, que invade incluso, a los inocentes.
ResponderEliminarExelente film y el libreto mejor aún, elegidos son los interpretes que llevan adelante esta obra del genio de los misterios de la vida.
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